«Te quiero»…

El otro día escuchaba en una conferencia a un maestro Lama analizar esa expresión con un tono jocoso: «te quiero». Lxs afortunadxs recibimos estas palabras en nuestro día a día, incluso solemos decirlas con mayor o menor frecuencia ¿cuántas veces las expresamos de manera automática para sentirnos bien con nuestra pareja? o lo que es peor ¿con nosotros mismos? y ¿cuántas veces las decimos siendo conscientes de lo que estamos diciendo? ¿Y cuántas veces las decimos con el único objetivo de recibir la respuesta que necesitamos escuchar? Yo (primero yo) te (a ti, segundo tú) quiero (para mí, otra vez aparece el ego), desvelaba el Lama. Lxs que tienen «suerte» escuchan la reciprocidad de sus parejas: «Yo (primero yo) a ti también (segundo tú)”. Otrxs se frustran escuchando un “y yoooo” y unxs pocxs escuchan un silencio que les grita… “eso es que no me quiere”. Si todo nuestro mundo gira en torno al ego, si todas nuestras relaciones se basan en una necesidad permanente de recibir… recibir no solo afecto sino también lo que queremos escuchar estamos destinadxs a la frustración permanente. 

¿Y si practicamos un radical y humilde: AMO A TI?

te quiero

Sobre la autora

Entradas relacionadas

Patos

¡Se un pato!

Muchas veces se nos ha orientado a que seamos aves fénix: que, tras una crisis que nos desbarata nuestros puntos de apoyo, renazcamos de nuestras

Leer más
Scroll al inicio