Síndrome postvacacional. Todos los meses pueden ser agosto

   Foto de: Irene López Jorge

Se acaba agosto y empiezan las taquicardias. Sentimos que este año sí que han pasado rápido las vacaciones. Nos cuesta imaginarnos reincorporadxs al trabajo y no nos sentimos capaces de realizar las tareas que antes hacíamos. Nos resistimos a dejar atrás nuestros días de vacaciones y no le encontramos sentido a nuestra vida laboral cotidiana. A esto se le llama depresión o síndrome postvacacional y puede prolongarse durante varias semanas en las que podemos llegar a sentir una considerable falta de energía, tristeza, preocupación, disminución del rendimiento, ansiedad, temblores, mal humor, molestias digestivas, insomnio, entre otros.

Vivimos escuchando: todo el año trabajando para disfrutar de las vacaciones. Y claro, ahora solo podemos contemplar desde la orilla de la playa cómo se fue agosto y nos sentimos amenazadxs por esa gran ola que parece poder engullirnos: un año por delante hasta las siguientes vacaciones. Ahí es donde está el error.
Foto de: Irene López Jorge
 TODOS LOS MESES PUEDEN SER AGOSTO                                    

Nuestro año de trabajo no debe ser una espera para las siguientes vacaciones, no podemos vivir tachando días en el calendario, contando días hacia atrás. Una vida feliz y psicológicamente saludable consiste en contar hacia adelante, en vivir cada día como lo que es: un día de nuestra vida. Un día de vida trabajando no tiene por qué ser tan diametralmente diferente de un día de vida de vacaciones. Disolver esta barrera depende de nosotrxs.

Analicemos bien qué es lo que nos gusta de estar de vacaciones: poder dormir y sentirnos descansadxs, dedicar tiempo a nuestras aficiones, quedar con amigxs, organizar comidas familiares, hacer deporte, etc. Todas estas actividades no son incompatibles con el trabajo. En España la jornada laboral media es de 8horas, por lo que nuestro día aún dispone de 16 horas en blanco susceptibles de ser llenadas con lo que nosotrxs deseemos. Es cuestión de organizarse y de saber cómo organizarse. Puedo ayudarte a ese cómo.

Asociamos la felicidad a las vacaciones cuando en realidad esta está asociada a la vida, a nuestros días de vida, en definitiva, solo hace falta estar vivx para sentirse feliz.

Sobre la autora

Entradas relacionadas

Patos

¡Se un pato!

Muchas veces se nos ha orientado a que seamos aves fénix: que, tras una crisis que nos desbarata nuestros puntos de apoyo, renazcamos de nuestras

Leer más
Scroll al inicio